Preparar tu propia leche de almendras orgánica en casa es muy fácil y sabe mucho mejor que la que compras en la tienda. Además, sabrás exactamente qué contiene, sin conservantes ni azúcares añadidos. Te mostraremos una forma sencilla y divertida de preparar una deliciosa leche de almendras en tu cocina.
Qué necesitarás:
Una licuadora
Una bolsa para leche de nueces o un paño limpio (para colar)
1-2 cucharaditas de extracto de vainilla (opcional para darle sabor)
Una pizca de sal marina
1 taza de almendras orgánicas
4 tazas de agua filtrada
Un tazón o frasco grande para guardar la leche de almendras
Paso 1: Remojar las almendras
Comience por remojar 1 taza de almendras orgánicas en agua. Llene un recipiente con agua y cubra las almendras por completo. Déjelas en remojo durante la noche o al menos durante 8 a 12 horas. Remojar las almendras las ablanda, lo que facilita su licuado y ayuda a liberar todos los nutrientes.
Consejo profesional: ¡Cuanto más tiempo las deje en remojo, más cremosa será su leche de almendras!
Paso 2: Escurra y enjuague
Después de remojar las almendras, escurre el agua y enjuágalas bien con agua fría. Las almendras estarán más suaves y regordetas y listas para colocarlas en la licuadora.
Paso 3: Licúa con agua fresca
Coloca las almendras remojadas en la licuadora y agrega 4 tazas de agua filtrada fresca. Licúa la mezcla a velocidad alta durante aproximadamente 1 o 2 minutos hasta que las almendras se deshagan por completo y el agua adquiera un color blanco cremoso.
Potenciador de sabor opcional: si quieres agregar un poco de dulzura o sabor, agrega 1 o 2 cucharaditas de extracto de vainilla o incluso algunos dátiles sin hueso para obtener un dulzor natural.
Paso 4: Cuela la leche de almendras
Ahora que la mezcla de almendras está licuada, es hora de colarla. Coloca una bolsa para leche de nueces o un paño limpio (como una estopilla) sobre un tazón o frasco grande. Vierte la mezcla de almendras a través del paño, dejando que el líquido se escurra en el tazón. Aprieta y presiona el paño para sacar toda la leche de almendras.
¡Te quedará pulpa de almendras en el paño, que puedes guardar para hornear o hacer batidos!
Paso 5: Agrega una pizca de sal (opcional)
Para realzar el sabor de la leche de almendras, agrégale una pizca de sal marina. Equilibra los sabores naturales y le da un sabor más suave.
Paso 6: Conserva y disfruta
Vierta la leche de almendras fresca en un frasco o botella de vidrio y guárdela en el refrigerador. Se mantendrá fresca hasta 4 o 5 días. Antes de cada uso, agítela bien, ya que puede separarse de forma natural.
Dato curioso: la leche de almendras casera no contiene conservantes ni productos químicos que suelen contener las marcas comerciales, lo que la hace más saludable.
Consejos para la pulpa de almendras sobrante
¡No tire la pulpa de almendras sobrante! Aquí hay algunas formas creativas de usarla:
Hornear: la pulpa de almendras sobrante se puede usar para hornear. Añádala a recetas de pan o muffins.
Batidos: la pulpa de almendras sobrante también se puede usar para batidos, mézclela en batidos para obtener más fibra.
Granola: también puede mezclar la pulpa de almendras sobrante con granola o avena casera.
Entonces, ¿por qué preparar su propia leche de almendras? Puede preguntarse
Preparar su propia leche de almendras orgánica en casa no solo es más saludable, sino que también es más económico a largo plazo. Además, puedes personalizarla a tu gusto: endulzarla, darle sabor o hacerla más sencilla. Además, la calidad de los frutos secos y el proceso son de los que puedes estar seguro. Una vez que pruebes esta versión casera, ¡nunca más querrás volver a comprar leche de almendras en la tienda!
Ahora que sabes lo fácil que es, ¡pruébala y disfruta de tu leche de almendras fresca, cremosa y nutritiva!