Recorre cualquier pasillo de un supermercado europeo y seguramente te encontrarás con un mar de etiquetas de alimentos compitiendo por tu confianza. Dos de las más grandes—Nutri-Score y Orgánico—prometen un atajo hacia la salud. Pero, ¿cuál de estas etiquetas es más probable que te ayude a tomar una decisión realmente saludable: el Nutri-Score codificado por colores, basado en la ciencia nutricional, o el sello verde y blanco Orgánico que asegura un origen más limpio y natural? Vamos a descifrar la evidencia, filtrar el ruido publicitario y ver qué significa cada una para tu salud. Y aunque obviamente somos una empresa pro alimentos orgánicos, intentaremos mantener el contenido de este artículo lo más neutral y objetivo posible en base a hechos.
¿Qué es Nutri-Score? Entendiendo la ciencia
Nutri-Score es un sistema de etiquetado frontal que asigna a un producto una letra y un color (A-verde a E-rojo) según su perfil nutricional—específicamente equilibrando negativos (azúcar, sal, grasas saturadas, calorías) contra positivos (fibra, proteína, contenido de frutas/verduras). Diseñado para que los consumidores detecten rápidamente opciones más saludables dentro de una categoría (por ejemplo, yogures o cereales de desayuno), Nutri-Score ya se implementa en gran parte de Europa y cuenta con fuerte respaldo de las autoridades de salud pública.
- Cómo funciona: Los ingredientes y nutrientes por 100 g/ml se puntúan, y el total se traduce en una calificación de A–E.
- Qué revela: Ayuda a comparar la densidad nutricional de los alimentos procesados entre sí y motiva a los fabricantes a mejorar sus recetas.
- Pero: No informa sobre los métodos de producción, el grado de ultraprocesamiento, la presencia de pesticidas ni el impacto ambiental.
¿Qué garantiza la etiqueta Orgánica?
La etiqueta Orgánica asegura el cumplimiento de estrictos estándares: sin pesticidas sintéticos, sin OGM, aditivos restringidos, mayor bienestar animal y, por lo general, prácticas más favorables para el suelo y la biodiversidad. En la UE, solo los alimentos certificados bajo normas definidas pueden mostrar la hoja verde oficial de “orgánico”.
- Beneficios nutricionales: Los productos orgánicos pueden tener niveles más altos de antioxidantes, ciertos minerales y más omega-3 en carne y lácteos.
- Menos residuos: Los alimentos orgánicos contienen de forma consistente menos residuos de pesticidas y bacterias resistentes a antibióticos.
- Pero: Orgánico no garantiza un mejor equilibrio nutricional (es decir, menos azúcar, sal o grasa saturada), ni impide que alimentos “basura” saborizados lleven la etiqueta orgánica si se elaboran con ingredientes certificados.
Cara a cara: ¿Nutri-Score O Orgánico significa “saludable”?
El lado positivo de Nutri-Score
Los estudios muestran que los compradores que usan Nutri-Score llenan sus carritos con productos más ricos en fibra, más bajos en azúcar y sodio, y en general más cercanos a las guías dietéticas saludables. En al menos un ensayo a gran escala y aleatorizado, Nutri-Score fue más efectivo que otros sistemas de etiquetado para orientar hacia opciones nutricionalmente superiores—especialmente en alimentos procesados y envasados (piensa en cereales, snacks, panes).
Nutri-Score puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas a nivel poblacional si se adopta y entiende ampliamente, ya que empuja de manera constante hacia una mejor nutrición general.
Las versiones nuevas de Nutri-Score ya consideran incluir información sobre si un producto es “ultraprocesado” u orgánico, uniendo ambos mundos.
Donde Nutri-Score falla
Los críticos señalan que Nutri-Score tiene puntos ciegos:
- Solo evalúa ciertos parámetros nutricionales por 100 g, ignorando el tamaño de la porción, el grado de procesamiento, los aditivos y los patrones dietéticos globales.
- Alimentos no procesados o mínimamente procesados, como el aceite de oliva, ciertos quesos tradicionales o pescados fermentados, a veces reciben malas calificaciones pese a su papel en dietas tradicionales saludables.
- No mide residuos de pesticidas, huella ambiental, ni considera el estatus “orgánico”, polifenoles beneficiosos o la variedad de micronutrientes.
La etiqueta Orgánica: más que nutrición
Los alimentos orgánicos muestran de manera consistente menores niveles de residuos de pesticidas, menos metales pesados y una mayor sostenibilidad ambiental. Algunos estudios de cohorte sugieren que consumir más alimentos orgánicos se asocia con menor riesgo de sobrepeso/obesidad, menores tasas de alergias e incluso menor incidencia de cáncer—aunque los investigadores advierten que estas son correlaciones y que los estilos de vida saludables también influyen.
El efecto orgánico es más notable en frutas, verduras, carne y lácteos—donde los insumos químicos y las prácticas agrícolas importan más.
Sin embargo, ciertos alimentos orgánicos (galletas, pizzas, refrescos) no son mejores nutricionalmente que sus equivalentes convencionales. La etiqueta orgánica no garantiza bajo contenido de azúcar, grasa o sodio.
El “halo orgánico” y las percepciones del consumidor
Tanto Nutri-Score como Orgánico están sujetos a sesgos cognitivos:
- El efecto halo orgánico hace que los consumidores perciban snacks, postres y alimentos procesados orgánicos como “más saludables”, incluso cuando su perfil nutricional es pobre.
- Los compradores que usan Nutri-Score pueden enfocarse solo en la etiqueta e ignorar el procesamiento o los métodos agrícolas, o confiar demasiado en un alimento con calificación A que, en realidad, es ultraprocesado.
Los investigadores recomiendan usar ambas etiquetas en conjunto, además de leer las listas de ingredientes para tener una visión completa.
Estudios científicos: ¿Qué etiqueta realmente te hace más saludable?
Nutri-Score
- Mejora la calidad de las compras (más fibra, menos grasa y azúcar) según datos reales de venta al por menor.
- Se asocia con menor riesgo de obesidad, síndrome metabólico y algunas enfermedades crónicas cuando se usa regularmente.
- Tiene fallas: al categorizar por 100 g/ml, a veces representa mal alimentos consumidos en porciones distintas o con beneficios más complejos.
Alimentos Orgánicos
- Se asocian con menor exposición a pesticidas y aditivos sintéticos, mayor ingesta de antioxidantes, mejor control de peso y menor riesgo de ciertas enfermedades, según múltiples estudios.
- Los beneficios son más claros cuando los alimentos orgánicos reemplazan opciones muy procesadas y tratadas con pesticidas—no solo como “complemento”.
Cuando ambos chocan
Un yogur orgánico cargado de azúcar añadido puede recibir una C o D en Nutri-Score—mientras que un yogur natural bajo en grasa, no orgánico, podría obtener una A. ¿Cuál es más saludable? Nutri-Score captura la dimensión nutricional, pero no la historia agrícola o ambiental. La opción más saludable combina AMBOS: alimentos orgánicos, densos en nutrientes y mínimamente procesados.
El futuro: las etiquetas evolucionan
Con la creciente conciencia del consumidor, Nutri-Score está siendo actualizado para considerar niveles de procesamiento y, posiblemente, la producción orgánica. Algunos científicos incluso piden una “super etiqueta” integral que evalúe nutrición, sostenibilidad, procesamiento y calidad agrícola. Hasta entonces:
- Usa Nutri-Score para comparar información nutricional en alimentos procesados.
- Usa Orgánico como guía de producción más limpia y amigable con el medio ambiente.
- Elige alimentos reales (frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes, lácteos) que sean tanto orgánicos como nutricionalmente equilibrados, siempre que sea posible.
Conclusión: ¿En cuál etiqueta confiar?
Ni Nutri-Score ni Orgánico son atajos perfectos hacia la salud. Nutri-Score es una herramienta basada en evidencia—excelente para comparar productos procesados dentro de una categoría, pero ciega a los métodos agrícolas y a la verdadera “integridad” de los alimentos. Orgánico garantiza menos químicos y una agricultura más ecológica, pero dice poco sobre el azúcar, la sal o la grasa.
¿El mejor camino? Convertirse en un lector de etiquetas integral. Usa ambos sistemas—Nutri-Score para la nutrición, Orgánico para la producción limpia—junto con las listas de ingredientes, alimentos mínimamente procesados y un poco de sentido común. Solo así podrás comer realmente saludable, para ti y para el planeta.