La dieta orgánica libera al cuerpo del glifosato en tan solo unos días. La evidencia surge por primera vez en un estudio científico recién publicado en Environmental Research. (1) Se confirma que los alimentos son la primera fuente de exposición al herbicida venenoso para las poblaciones no sujetas al llamado efecto deriva. Y, sin embargo, son los niños, que están más expuestos al glifosato, los que se deshacen de él con menos facilidad.
Una revisión sistemática
Los investigadores analizaron muestras de orina de cuatro familias estadounidenses de diferentes etnias que vivían en lugares muy distantes entre sí. En un primer ciclo de 5 días, los 16 participantes en el estudio consumieron solo alimentos de la agricultura convencional, donde se permite el uso de pesticidas, herbicidas y otros agrotóxicos. Durante los siguientes 5 días, siguieron una dieta basada exclusivamente en alimentos orgánicos.
El análisis de las muestras de orina -158 en total- mostró una reducción media del 5% de glifosato y del 70,93% de su metabolito AMPA (ácido aminometilfosfónico) tras 76,71 días de dieta ecológica.
Niños más contaminados
La reducción de los niveles de contaminación fue más marcada en los adultos que en los niños: de media, 71,59% frente a 70,85% para el glifosato, 83,53% frente a 69,85% para el AMPA. Además, en los más jóvenes, la concentración de glifosato y AMPA en la orina se ha mantenido cada vez más alta en comparación con los adultos: cuatro veces más durante la dieta convencional, seis veces más durante el periodo de alimentación exclusivamente ecológica. (2)
Es bien conocida la mayor vulnerabilidad de los niños (así como de los lactantes y los fetos) a la exposición a los agrotóxicos, así como su menor capacidad para metabolizarlos. (3) En el estudio en cuestión, los investigadores también plantearon la hipótesis de la presencia de otras causas, como una menor adherencia a la dieta orgánica (aunque los diarios de alimentación la excluyeran) y la mayor probabilidad de exposición ambiental al glifosato, también rociado para desmalezar los huertos escolares y los parques. Todas circunstancias alarmantes, considerando también el impacto del glifosato en la función reproductiva.
La toxicidad del glifosato
Sobre el peligro del glifosato existe ahora una copiosa literatura científica que destaca su toxicidad neurológica y en la función reproductiva (Mesnage et al., 2015). La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), analizando mil estudios, en 2015 lo clasificó como un probable carcinógeno humano. (4)
Se ha descubierto que el AMPA, un metabolito del glifosato aún poco estudiado, es genotóxico para las células humanas en cultivo (Mañas et al., 2009) y en algunos estudios con peces (Guilherme et al., 2014). Y la evaluación de sus efectos sobre el microbioma intestinal, del que depende, entre otras cosas, la eficiencia del sistema inmunitario, apenas está comenzando.
Dieta orgánica, los beneficios demostrados
El papel de la dieta orgánica en la minimización de la exposición a residuos de pesticidas en los alimentos ya se había demostrado en la primera parte del estudio en revisión. Una investigación publicada en 2019 (Hyland et al.) encontró reducciones significativas en los niveles urinarios de 13 metabolitos de pesticidas (insecticidas organofosforados, neonicotinoides y piretroides y el herbicida 2,4-D) como consecuencia de la adopción de una dieta de alimentos orgánicos.
Los beneficios para la salud asociados al consumo de alimentos orgánicos son cada vez más evidentes en la literatura científica. Además de fortalecer el sistema inmunológico, como ya se ha compartido, los productos orgánicos juegan un papel en la prevención de enfermedades graves e incurables.
‘Una encuesta a casi 70.000 adultos informó que la mayor frecuencia de consumo de alimentos orgánicos estaba relacionada con una menor incidencia de varios tipos de cáncer (Baudry et al., 2018). Otros estudios han informado de una disminución del riesgo de diabetes (Sun et al., 2018) y una mejora de los resultados del tratamiento de fertilidad (Chiu et al., 2018) asociados a una mayor frecuencia de consumo de alimentos orgánicos’ (1).
EL PODER DE LOS CONSUMIDORES
Italia podría ser protagonista de una transformación de la agricultura de seguro y evidente beneficio para la salud de los consumidores y de las poblaciones que residen en zonas adyacentes a las cultivadas, así como para preservar la biodiversidad y el medio ambiente.
La implementación del Manifiesto Bio 2030 también depende de nosotros los consumidores, ya que nuestra demanda de alimentos orgánicos de cadena corta es la mayor fuerza capaz de imponer la variación de la oferta.